Elecciones 2015. ¿Hay propuestas para la Ciencia y la Tecnología?

22 de Mayo de 2015
A pocos meses de definir un nuevo presidente, por el momento, los candidatos no compartieron una visión sobre el sector. Entrevista con Alejandro Artopoulos

A pocos meses de las elecciones presidenciales, las temáticas de la Ciencia y la Tecnología brillan por su ausencia en las agendas de los candidatos.

Alejandro Artopoulos

Seguramente no compitan con cuestiones como el impuesto a las ganancias, el tipo de cambio, la inseguridad y la inflación. Pero a la hora de compartir un proyecto nacional a mediano o largo plazo, a esta altura se hace indispensable consensuar un camino para la Ciencia y la Tecnología.

"Hoy, hay una especie de status quo que hace que la izquierda y la derecha coincidan en lo obvio, que es aumentar el presupuesto de ciencia y técnica e invertir en infraestructura", opinó el sociólogo Alejandro Artopoulos, director del Laboratorio de Tecnologías del Aprendizaje de la Escuela de Educación de la Universidad de San Andrés.

"Por un lado, según Macri, lo único irreprochable del actual gobierno es la política de Ciencia y Tecnología. Por el otro, se ve en la entrevista de lanacion.com a Adrián Paenza el diálogo abierto y coincidente entre un medio claramente opositor y un defensor de este gobierno", agregó. "Lo que me preocupa es que siempre estamos discutiendo lo urgente y no lo importante. Prácticamente no hay permisos para pensar más allá. En ambos lados hay una cierta conformidad sobre este status quo que está dejando este gobierno".

- ¿Cuál es tu opinión sobre este status quo?

- Cuando uno ve los primeros discursos de Lino Barañao (ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva) la agenda planteada era otra, muy orientada a la innovación, que marcaba el hueco existente entre la ciencia y el sistema productivo, y cómo había que tender puentes para cubrir ese hueco. Había planteado un norte muy interesante, y llegando al fin de la gestión, a mi modesto entender mucho no se avanzó sobre esto. Y tenemos que pensar hoy por qué no se pudo avanzar mucho en esta línea. Es verdad que mucho se hizo por rearmar la capacidad de I&D del Estado, como por ejemplo con YPF, y eso está muy bien, pero se consiguió desarrollar asociaciones público-privadas virtuosas. Los proyectos del Estado Nacional con el sector privado fueron asociados con empresas poco competitivas, o prácticamente subordinadas a lo que el Estado desarrollaba, como los casos de TV Digital y Conectar Igualdad, que plantearon un negocio cerrado y protegido para empresas electrónicas nacionales, pero sin posibilidad de despegue competitivo. Con productos de este tipo, no se puede pretender exportar o derivar productos que eventualmente podrían hacer de la industria electrónica una de vanguardia y líder en la región.

- ¿Y cómo ves las iniciativas del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires?

- Lo mismo digo del otro lado. Uno ve la política de Ciencia y Tecnología de la ciudad y es como la fiesta que arman cada vez que ganan una elección. Puro cotillón. Se rodean de empresarios y emprendedores, que está también muy bien porque es fundamental desde el Estado incubar un ecosistema emprendedor potente, pero no están preocupados en lograr que las innovaciones tengan una raíz basada en el conocimiento. Cuando crearon el distrito tecnológico mudaron muchas empresas pero muy pocos investigadores y tecnólogos. Tanto por izquierda como por derecha hay una cierta comodidad en sólo afirmar lo que ya se hizo y no lo que se puede hacer en el futuro. No veo que ninguna de las dos agendas estén planteando lo que debemos encarar en este ámbito.

- ¿Qué creés que se debe encarar?

- Principalmente, crear instituciones ágiles, autónomas, dedicadas a la investigación aplicada y la promoción de la innovación, como el Instituto Fraunhofer y TEKE. También definir cómo armar un verdadero mercado de capital de riesgo (hoy la situación ya está madura como para hacerlo), revolucionar la educación tecnológica e impulsar estándares de internet de las cosas para industrias estratégicas de procesos. El menemismo destruyó al Estado, y generó mucha desigualdad en áreas que todavía no se han subsanado. Un proyecto estratégico y urgente es "La última milla educativa". La verdad es que no se pueden tener políticas si no existe un Estado. Por eso, hay que partir de todo lo que se hizo en cuanto a la reconstrucción del Estado. Claro que hay muchísimas cosas para mencionar en el haber de la política de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva en los últimos años. Por suerte la lista es larga. La clave ahora es discutir el futuro, superar la grieta en CyT.