Los pagos electrónicos como herramienta de inclusión

22 de Julio de 2015
Mariano Garrasino, de MercadoPago, explica por qué las nuevas tecnologías a través de los sistemas de pago electrónico dan nuevas posibilidades de inclusión a consumidores y pequeños comercios

Por Mariano Garrasino, Director de Ventas, Desarrollo de Negocios y Marketing de MercadoPago

En el desafío por incluir a más personas en el sistema bancario y financiero, aparecen a diario nuevas ideas y estrategias. Una de las que más impacto está teniendo en la Argentina y la región son los pagos electrónicos, que permiten que millones de personas puedan acceder a descuentos o comprar en lugares que no aceptan otros medios que no sea el efectivo. Según cifras del Banco Mundial, aunque se vienen registrando avances en la llamada inclusión financiera, sólo el 50% de los argentinos tiene cuenta bancaria.

Hoy, el efectivo domina la escena. Datos de la consultora Euromonitor International indican que, en 2014, los argentinos realizamos 8.422 millones de pagos en efectivo (190 por persona) y sólo hubo 401 millones de transacciones con tarjeta de débito (menos de una por mes, en promedio). El auge del comercio electrónico y los descuentos que ofrecen bancos y comercios impulsaron el uso de tarjetas de crédito, que el año pasado fueron utilizadas unas 826 millones de veces, es decir, el doble que sus pares de débito pero muy lejos del efectivo, según la consultora.

Al margen de las iniciativas oficiales en este sentido, el nivel actual de bancarización transforma en sólo una ilusión los descuentos, aleja a millones de compradores de comercios sin capacidad de aceptar tarjetas y hace más engorroso y peligroso el placentero arte de comprar, por la necesidad de manejar efectivo. En este escenario, las nuevas tecnologías a través de los sistemas de pago electrónico dan nuevas posibilidades de inclusión a consumidores y pequeños comercios.

Los pagos electrónicos atraen a las personas no bancarizadas, por ejemplo, al comercio electrónico. En la actualidad, entre un 20% y un 25% de las ventas por Internet en América latina se hace a través de medios no bancarizados. En México, la cifra llega a 35%. Esto muestra que más que una buena idea, los pagos electrónicos son una herramienta probada e importante de inclusión. Para miles de personas, éste es el primer paso para “poder entrar” en el sistema.

¿Cómo funcionan estas herramientas? Plataformas como las de MercadoPago permiten tener en forma gratuita, sencilla y cómoda una billetera virtual, abastecida, para los que no tienen tarjetas de crédito, a través de canales offline como Rapi Pago o Pago Fácil, entre muchas otras opciones. Una oferta en un sitio online puede así ser aprovechada por el consumidor no bancarizado. Simplemente debe imprimir un cupón y dirigirse a un agente de pago.

Los pagos electrónicos permiten además incluir a millones de pymes y pequeños comercios que no tienen una estructura suficiente como para aceptar tarjetas de crédito. Esto permitió a Romina comprar sus muebles en cuotas sin interés en una pequeña carpintería de barrio, que solo aceptaba efectivo. También a Ramiro comprarse su primer traje, aceptando MercadoPago para sus trabajos de plomería. No están solos: hoy, una de cada dos ventas en MercadoLibre Argentina se paga con MercadoPago. Son historias reales que se multiplican y cierran brechas.