La CESSI opinó sobre el reemplazo del Sistema María

5 de Mayo de 2008
Miguel Calello envió una carta a la Redacción de Canal AR comentando su visión acerca de quién debería encargarse de producir la nueva aplicación

En marzo este medio publicó El reemplazante del Sistema María ¿puede ser un software nacional?, donde comentaba acerca de la intención de la Aduana de adquirir una aplicación extranjera por 90 millones de dólares para sustituir al desactualizado software. En este sentido, Canal AR se preguntó si la industria SSI local estaba en condiciones de crear un producto de estas características.

El presidente de la CESSI opinó sobre el polémico software

La primera respuesta vino de la mano de la Facultad Regional Buenos Aires de la UTN, quien a través de Guillermo Oliveto, presidente del Comité Ejecutivo de la Unidad de Vinculación Tecnológica, aseguró que contaba con los recursos suficientes como para desarrollar un reemplazo eficiente al producto de origen francés, a un costo menor.

A partir de una encuesta, se abrió el juego a los propios lectores. Los resultados finales arrojaron que el 59% de los participantes coincidieron en que la nueva aplicación debería ser desarrollada por una universidad pública, mientras que el 29% sostuvo que el mejor camino sería llamar a licitación.

Y si faltaba alguna visión para hacer más interesante el debate, esa era la Cámara de Empresas de Software y Servicios Informáticos de la Argentina (CESSI). Su presidente Miguel Angel Calello envió una carta a la Redacción de Canal que transcribimos a continuación:

Me dirijo a Uds. en relación a vuestra nota referente al reemplazo del Sistema María de la Aduana y la consulta que realizaron a vuestros lectores, ya que ambas han generado preocupaciones en nuestra industria y creo necesario transmitirles nuestra posición al respecto.

Distingamos en primer lugar los dos temas, ya que uno de ellos, el sustancial, es “Quién debería proveer el sistema de la Aduana Argentina” y el otro, el accesorio, es la “encuesta” realizada entre los lectores. Pero empecemos por este último, así vamos luego a lo más importante y trascendente.

Hablar de “encuesta” implica una gran responsabilidad. Una encuesta seria contiene en sí misma una serie de elementos técnicos (objetivo, universo, población, muestra, representatividad, calidad, sesgo, etc) que la definen y marcan la validez de los resultados que arroja. Esto podemos corroborarlo con cualquiera de los tantos muy buenos profesionales en la materia que hay en nuestro país. A priori, parecería que una consulta realizada mediante “hits” en una página, generados por una población abierta y sin calificar, de universo desconocido, no debería arrojar resultados que pudieran entenderse como representativos y menos aún tratar de entenderlos como “opinión”, porque sería: ¿opinión de quién?.

Además se corre el riesgo de que, sin ser una muestra representativa de la opinión, paradojalmente la difusión de esos resultados genere opinión, y eso también sería lamentable. En conclusión, no le doy mayor importancia a los resultados de la consulta porque adolece de los elementos antes descriptos y por lo tanto no parece ser sustentable. Vayamos entonces a lo importante, al primero de los temas planteados: ¿Quién debe proveer el sistema de la Aduana?

Cuando el pensador español José Ortega y Gasset dijo: “¡Argentinos a las cosas!”, me parece que se refería a que nos pusiéramos en marcha y pongamos manos a la acción, pero que cada uno se pusiera en acción en las cosas que le competen y no en las cosas que se le ocurra. Si no respetáramos las incumbencias, correríamos el riesgo de que sucedan cosas tales como, que se ocupen de la seguridad nacional los boys scout, o que los médicos se pongan a construir los puentes y carreteras o hasta podría ser que haya Universidades que en lugar de dedicarse a generar conocimiento y formar profesionales se dedicaran a proveer servicios en competencia con la industria...

Para ponernos de acuerdo sería bueno volver a las fuentes. La Universidad debe generar profesionales universitarios, en cantidad y calidad, la Industria debe producir eficiente y eficazmente productos y servicios y el Sector Público gestionar el bien común. Si nos salimos de estas premisas estamos perdiendo el sentido básico de la incumbencia y más allá de mi ironía, caemos en el caso de los boys scout. Es cierto que hay zonas que se solapan, la Universidad puede y debe hacer I+D asociada con la Industria y potenciarse conjuntamente con el Estado en un círculo virtuoso de complementación.

Ni siquiera deberíamos preguntarnos si la Universidad está en capacidad de hacer el desarrollo del sistema de la Aduana, simplemente porque no es su rol. ¿Lo podría hacer el Estado en forma interna?... Y si... tenemos prueba de ello, pero tampoco es su rol. No vemos al Estado fabricando autos, o criando vacas, o fabricando papel o muebles, simplemente porque hay industria privada que lo hace... Entonces, ¿por qué debería dedicarse a fabricar software?...

¿Qué pasaría si la Universidad pone todo su foco y energía en incrementar la matrícula en carreras informáticas y en generar más profesionales aptos para la Industria? ¿Qué pasaría si la Industria puede contar con la Universidad para llevar adelante proyectos de Investigación y Desarrollo conjuntos y pone foco a producir más y mejores productos y servicios? ¿Qué pasaría si el Estado, en este caso la Aduana, se dedica a controlar los bienes y servicios que ingresan y egresan del país, y con su poder de compra apalanca el desarrollo de la Industria (como pasa en los países desarrollados) y le permite a la industria llegar a otros mercados con mayor experiencia?... Seguramente estaríamos en una Argentina diferente. La Industria del Software viene haciendo sus deberes, sólo pide que los demás hagan los suyos.

Cordialmente,
Miguel Angel Calello, presidente de la CESSI.