2026: el año en que la IA deja de ser una funcionalidad y se convierte en infraestructura

10 de Diciembre de 2025
Escribe Germano Couy, Copresidente de la Región Panamericana de Acer

Durante la última década hemos hablado de inteligencia artificial como quien menciona una promesa: con entusiasmo, pero todavía con cierta distancia. La tratábamos como un accesorio, un “plus” que se colocaba encima del hardware o dentro del software. Ese momento quedó atrás.

Lo que veremos en 2026, y lo que ya vivimos en los meses previos, no es una evolución tecnológica, sino un cambio de naturaleza. La IA dejó de ser una característica y pasó a convertirse en infraestructura. Hoy está en el centro de cómo trabajamos, aprendemos, analizamos datos, nos movilizamos, jugamos, cuidamos nuestra salud y administramos ciudades enteras.

Y, sobre todo, está sucediendo en el dispositivo, no únicamente en la nube. Ese es el punto de inflexión. La nueva computadora no es un dispositivo rápido: es un dispositivo inteligente.

Hace apenas un año hablábamos de AI PCs como una categoría emergente. Hoy representan una parte sustantiva del mercado y han iniciado un ciclo de renovación acelerado. Los procesadores con NPUs dedicadas permiten que tareas intensivas de IA se ejecuten localmente: traducciones instantáneas, asistencias creativas, edición avanzada de contenido, automatización en tiempo real y flujos profesionales que antes requerían infraestructura de servidores.

Este cambio se hizo evidente en Argentina. En Momentum Acer, compartimos con el mercado local nuestra estrategia para 2025-2026 y un portafolio completamente renovado, donde las capacidades de IA son el punto de partida de la experiencia. Y unos meses después, en Argentina Game Show, demostramos cómo esta misma tecnología está transformando el gaming.

En Acer venimos acompañando esta transición con un ecosistema amplio de dispositivos: equipos livianos para productividad móvil, estaciones compactas con rendimiento de clase servidor, Chromebooks con NPU integrada y máquinas diseñadas específicamente para creadores y gamers que necesitan velocidad en cada clic. La IA ya no “aparece” en una función: estructura toda la experiencia.

Pero su impacto no se limita al cómputo personal. La IA ya transformó sectores donde la precisión, la velocidad y la automatización son críticas. En medicina, permite analizar imágenes, apoyar diagnósticos tempranos, convertir notas en registros clínicos en tiempo real y liberar al personal de salud para enfocarse nuevamente en los pacientes.

En movilidad, impulsa e-bikes y scooters conectados a sensores e inteligencia embebida. En ciudades, habilita soluciones capaces de interpretar congestión, seguridad y comportamiento urbano en tiempo real. Y en gaming -uno de los sectores de mayor crecimiento en Argentina- potencia experiencias inmersivas, animación generada por IA y ecosistemas donde hardware, contenido y comunidad se complementan.

Acer ya no es solo un fabricante de computadoras. Somos un conjunto de compañías que trabajan en ciberseguridad, salud digital, movilidad, estilo de vida inteligente, cloud empresarial, animación 3D, gaming, electrodomésticos conectados, purificación, energía, smart cities y más. Este modelo de múltiples motores de negocio nos permite acelerar la innovación real, no incremental. Cada subsidiaria aporta una perspectiva distinta y, en conjunto, construimos un ecosistema integrado donde la IA circula como corriente eléctrica: invisible, pero indispensable.

Este enfoque también se refleja en los resultados regionales. En Paraguay, Acer alcanzó uno de los hitos más importantes del año tras adjudicarse un proyecto público estratégico para suministrar 1,400 unidades de la Veriton Vero Z6724GT AIO de 24 pulgadas y 300 monitores comerciales a la Hidroeléctrica Binacional Itaipú, una de las instalaciones energéticas más grandes y críticas del mundo. Este logro posiciona a Acer como un aliado tecnológico confiable para infraestructuras de misión crítica. Itaipú no solo abastece una parte sustancial de la energía de ambos países, sino que también impulsa programas de educación, salud y desarrollo comunitario. Con este despliegue, Acer Paraguay refuerza su capacidad para entregar soluciones confiables y energéticamente eficientes para entornos industriales y gubernamentales complejos, demostrando la confianza que grandes instituciones depositan en su tecnología escalable.

Estamos entrando en una etapa donde el hardware responde a la IA y la IA responde a las personas. Ese equilibrio es el que definirá qué tecnologías serán relevantes y cuáles quedarán atrás. Cuando hablamos de IA solemos poner el acento en su sofisticación técnica. Pero el impacto más profundo no es tecnológico; es humano. La pregunta central para 2026 no es qué puede hacer un algoritmo, sino cómo esa capacidad mejora la vida de una persona.

En Acer creemos en la idea de Human Intelligence: diseñar experiencias donde la tecnología amplifique talentos, simplifique cargas, reduzca barreras y permita que la creatividad, la productividad y el aprendizaje fluyan de manera natural. La IA no debe imponerse: debe acompañar.

El futuro inmediato estará marcado por soluciones híbridas: IA en el dispositivo conectada a la nube cuando se necesita; automatización contextual; experiencias tridimensionales; dispositivos más eficientes energéticamente; y un ecosistema tecnológico que se adapta a la forma de vida cambiante de las personas y las ciudades.

Estamos entrando en la década de la inteligencia distribuida. Una década donde el dispositivo importa tanto como la infraestructura que lo rodea, donde los usuarios esperan que la tecnología se anticipe —no que los sobrecargue— y donde el desafío no será producir más poder de cómputo, sino más valor humano.

En ese contexto, nuestro rol en Acer es claro: impulsar un futuro donde la innovación tenga propósito, donde la IA funcione al servicio de la vida real y donde cada avance tecnológico encuentre su razón en las personas.

Porque 2026 no es el año en que la IA llegó. Es el año en que la IA se volvió parte del tejido mismo de nuestro día a día. Y apenas estamos comenzando a ver de qué es capaz.

(*) Germano Couy: Copresidente de la Región Panamericana de Acer