Democratizar la hiper-automatización: un factor fundamental para abordar la gestión de talento

25 de Junio de 2020
Escribe Pablo Reimondi, Head de Automatización de gA

La búsqueda de talento es hoy uno de los mayores desafíos dentro de las organizaciones. Identificar, atraer y fidelizar personas que marquen la diferencia en el negocio es el punto clave en el crecimiento de muchas compañías conscientes de que los empleados son su activo más importante.

Nos encontramos ante un mercado competitivo, y en este contexto, la hiper-automatización se presenta como una opción única para potenciar el conocimiento y el aporte diferencial de las personas, así como maximizar el tiempo dedicado a tareas que generan valor.

Pero ¿de qué se trata la hiper-automatización? Según el informe elaborado por Gartner, “Las 10 tendencias tecnológicas para 2020”, es la tendencia tecnológica número uno, que implica ir un paso más allá de RPA. Mientras que la robotización automática de procesos hace referencia al uso de tecnología para realizar tareas altamente manuales, la hiper-automatización la evoluciona combinando tecnologías disruptivas con RPA para crear soluciones de automatización de principio a fin. Esto es lo que genera valor y la convierte en un recurso clave para la atracción y retención del talento.

El funcionamiento en conjunto de tecnologías como RPA, Machine Learning, Chatbots, Process Mining, entre otras, permiten no solo mejorar los tiempos de procesamiento y reducir errores en tareas sencillas trayendo un ROI comprobable y casi inmediato, sino que tienen un grado de avance tal que también nos habilitan la automatización de procesos completos y complejos.

Automatizar procesos con cientos de pasos, múltiples sistemas involucrados y matrices de decisiones manteniendo puntos de control clave en poder de personas, hoy no es más una utopía. La automatización de estos workflows ya es una realidad, donde personas y bots (software que simula el comportamiento humano) trabajan en conjunto, maximizando el potencial de la automatización. El avance de tecnologías como RPA genera posibilidades casi ilimitadas a la hora de pensar qué puede o no hacer un bot.

Esto es especialmente importante en la actualidad. Teniendo en cuenta que estamos atravesando un momento difícil que impacta de diversas maneras en todas las industrias. Es tiempo de aprovechar el potencial que tienen las empresas tecnológicas y generar un cambio cultural que les permita escalar la automatización.

Pero no sólo las organizaciones hoy se benefician de este nuevo desarrollo tecnológico, sino también el staff, ya que esta tecnología permite liberar a las personas de tareas repetitivas y que consumen tiempo para que puedan estar enfocadas en idear, analizar y marcar la diferencia. Aún suena revolucionario pensar en bots haciendo ese trabajo que a las personas no les gusta realizar, o incluso puede pensarse como una escena más cercana a una película de ciencia ficción que a la realidad.

Democratizar el alcance de la robotización en el trabajo debe ser hoy un compromiso de todos. En el futuro se valorarán aquellas personas flexibles a los cambios de un entorno dinámico y con capacidad de adoptar nuevas formas de trabajo y herramientas.

Por último, es preciso remarcar que, ante situaciones como la que venimos transitando en el mundo, las compañías más preparadas en cuanto a la automatización cuentan con una ventaja para adaptarse mucho mejor a los cambios drásticos de contexto. Esta madurez, no solo tecnológica, sino también en términos de la cultura organizacional, contribuirá a simplificar y facilitar las acciones ante situaciones extremas.

Esta crisis nos demuestra una vez más que la digitalización es vital para todas las empresas y que la automatización es un valor agregado fundamental ante el desafío de gestionar el talento. Los negocios buscan reinventarse hoy más que nunca para explotar todo su potencial y generar un impacto positivo en el ecosistema de valores. Las organizaciones tienen que animarse a más en el área de automatización y dar a los empleados un entorno laboral donde maximicen el aporte de valor, liberándolos de la mayor cantidad de tareas sin sentido.

¿Podemos pensar en un mundo donde un médico no dedique un solo minuto a completar formularios y que ocupe su día laboral completo dedicado a sus pacientes? Con la Hiper-Automatización, la respuesta es sí.

(*) Pablo Reimondi: Head de Automatización de gA